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Buenos Aires: la historia en bicicleta. - Ciclismo Urbano por Ramiro Juárez se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.
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martes, 15 de noviembre de 2016

El Buen Ciclista Urbano

Ciclismo Urbano, es el uso de la bicicleta como medio de transporte por parte de ciudadanos y la población en general. Los ciclistas urbanos son personas que usan la bicicleta diariamente y como medio de transporte personal. Por muchos la bicicleta SOLO es vista como una forma de hacer ejercicio físico y no como un medio de transporte. Gran parte de la población de países como la Argentina, aun anclados en la cultura del automóvil, perciben a los que andan en bicicleta casi siempre como atletas, enfundados en ropa sintética, con casco y zapatos especiales, serpenteando entre el tránsito vehicular alrededor de los parques, en las rutas o autopistas, a altas velocidades entre los automóviles, al borde siempre del accidente fatal... ERROR...!!!
Insistimos en esto: No son deportistas... Son gente que se traslada de un lugar a otro en bicicleta. Sin embargo a veces viven aventuras o corren riesgos que parecen de deportes extremos.
La bicicleta en su uso urbano ademas de una forma de “quemar calorías” es simplemente una forma más rápida del pedestrismo, la forma más veloz de moverse de un punto a otro de la ciudad, además de casi tan económica como ir caminando. Es una cuestión de conveniencia, práctica y concreta, y no una abstracta cuestión de salud personal o de calentamiento global... Es por ello que la circulación no siempre será “la ideal” o “estrictamentemente legal”... Sin embargo el ciclista urbano es un “artista” en lo que hace... Su rueda pasa exactamente sobre la linea que elige. Esquiva pozos, ramas, piedras, maderas y los elementos “non sanctos” que aparecen en su camino. Va sin prisa pero sin pausa, el ritmo, la regularidad, son su mantra, su foco de concentración, no la desesperación o la velocidad. Es visible, pero su presencia apenas es notada. Si debe circular entre peatones o cerca de ellos es discreto y respetuoso. Esquiva barreras, supera los obstáculos y sigue su camino. Es versátil y eficiente, su meta es llegar a salvo.
Puede girar a derecha o izquierda con precaución (si así lo requiere su ruta), si circula por una arteria que tiene semáforo en rojo y hay autos detenidos en la bocacalle. Un cruce de calle o avenida con el semáforo en rojo. Circula por la acera solo en caso de emergencia o cuando es bloqueado por completo su paso por la calzada.
Cada ciclista urbano debe conocer las leyes de tránsito de su ciudad y país, esto es lógico; pero debe ser diestro, un experto en poder circular por el límite de lo legal cuando eso no represente un riesgo para si mismo o para terceros. La mayor cantidad de amenazas son ajenas al ciclista, con lo cual manteniéndose siempre en control de su vehículo, no debe sufrir ningún tipo de siniestro, pero a la vez está expuesto al error ajeno, a la desidia, agresión e imprudencia de ciertos conductores.

Las rutas y el entorno

El ciclista urbano circula con calma, y generalmente por caminos habituales y conocidos, hacia y desde los lugares donde desarrolla su actividad cotidiana, estudio, trabajo, etc. Observa la ruta haci y desde su casa e identifica cuales son los puntos más difíciles para transitar, luego busca ciclorutas o ciclovias, que pueda usar. La mayor parte del viaje, si es necesario o su preferencia, usa para rodar, las calles menos transitadas por vehículos motorizados.
Al salir a rodar por la ciudad en bicicleta, el ciclista urbano demuestra al resto de los ciudadanos, peatones y motoristas que moverse en bicicleta es posible y hasta fácil.
Difícil es intentar convencer al mundo que se puede andar sobre dos ruedas, escuchando a los detractores y alarmistas decir que es peligroso, inseguro e incómodo. Otros apelaran a intentar fomentar otros miedos con el fin de disuadir de el uso de un vehículo al que no entienden... Porque ELLOS (los detractores) no se animan, y hablan solo por el hecho de opinar gratis sobre lo que no conocen.

El ciclista urbano y su fiel corcel

Desde el mismo momento de elegir el tipo de bicicleta, al momento de comprarla, el ciclista urbano hace uso integral de su rodado, lo cuida y mantiene con el mismo un contacto personal y personalizado. Se complementa armónicamente con su máquina, convirtiéndose en una nueva clase de ciudadano, y de nueva categorización de vehículo: ciclorodado.
La Ley de Tránsito Nº 2148 de la ciudad de Buenos Aires define “Ciclorodado: Vehículo no motorizado de dos o más ruedas, impulsado por mecanismos con el esfuerzo de quien o quienes lo utilizan”. Fuente: http://www.luchemos.org.ar/es/legislacion/leyesarg/legislacion-ciudad-autonoma-de-buenos-aires
Asi que en la misma definición de la Ley se aprecia la integración de hombre y maquina... Como alguna vez sobre todo en estas Pampas Argentinas el hombre se integró con su caballo...
Un gaucho o mapuche a pie era alguien en desventaja y desdichado, y probable presa de fieras, sed, hambre y hasta de otros hombres.

Gajes del oficio del ciclista urbano

Caerse, siempre es una posibilidad, pero en bicicleta es aprendizaje y experiencia adquirida, y con una circulación prudente, el ciclista que nunca cede el control de su rodado a la velocidad o a la imprudencia, prácticamente nunca se verá lastimado. Por otro lado varias caídas, u OTROS CICLISTAS URBANOS, enseñan a principiantes como acomodar el cuerpo ante estas caidas para NO lastimarse. La indumentaria o elementos de seguridad, (casco, guantes, gafas) también son importantes a la hora de reducir riesgo de lesiones ante caídas.
Lidiar con el tránsito motorizado, a veces puede llegar a ser un prueba para la paciencia y los buenos modales pero la satisfacción de ver como quedan autos de todas las gamas y colores y toda clase de automotores a su espalda compensa cualquier intento de los demás de amargarle el viaje.
Ver a la gente apretada dentro de un bus, por la ventana y su incomodidad. Apreciar la desesperación casi palpable de quienes están aprisionados por más de una hora en sus coches, le confirman una y otra vez a quien se mueve en bici por la ciudad que está en lo correcto.
Otra posibilidad es sufrir algún siniestro vial, en el cual el ciclista siempre tratará de salir ileso, si ante una inevitable caída, sabe como acomodar el cuerpo...
Si resulta con lesiones sabe como debe comportarse, (en esos casos en una nota anterior de esta redacción se explica como proceder), siendo la premisa MANTENER LA CALMA. Siniestros Viales, la nota, en este enlace: Siniestros Viales, como proceder
Estos “gajes del oficio” no desaniman a quien prefiere pedalear disfrutando del viaje en lugar de sufrir, viajando hacinado.

Cada vez mas ciclistas en las ciudades

La prueba mas concreta y contundente, yace en observar que cada vez es mayor la cantidad de ciclista urbanos circulando por la ciudad, llegando a horario y menos estrsados a sus lugares de destino.
Quizas al ver pasar a un ciclista que lleva su viaje controlando sus tiempos hace que esos pasajeros y motoristas se replanteen el uso de su medio de transporte.
Salir a la calle es simplemente animarse a tomar la decisión y atreverse a llevarla a cabo, luego de eso, todo fluirá solo, como las ruedas de la bicicleta saben hacerlo. El éxito se construye con equilibrio, frenando, cayéndose, volviéndose a levantar, regulando los cambios, esforzándote en esa pendiente, respirando y disfrutando de esa bajada. Decir sí a las ganas de salir y superar los posibles miedos, la clave está en atreverse.
Ramiro Juárez - Ciclismo Urbano
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