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miércoles, 24 de agosto de 2016

Ciclismo urbano turístico y las cervecerías porteñas




Muchos de los aficionados al ciclismo de montaña tienen por costumbre disfrutar de una 
parada en algún punto de la salida en bicicleta, para reponer fuerzas y disfrutar de una buena cerveza bien fría.

Pues bien, para todos aquellos que piensan que beberse una cerveza 
no es algo saludable o creen que cometen algún tipo de pecado deportivo, están muy equivocados.

Esa práctica de "la cerveza de la victoria" acompaña la satisfación del deber cumplido, luego de llegar a destino en un viaje cicloturista, terminar el entrenamiento diario o completar el recorrido trazado en la montaña; se está haciendo extensiva al ciclismo urbano.

En la ciudad podemos pasear, recorrer y conocer y luego disfrutar de hidratarse con una buena "fresca". Tambien se puede recorrer un circuito, diseñado, para conocer cervecerías artesanales.  

Existen muy buenas marcas y han abierto sus propios locales en atractivos lugares de la ciudad de Buenos Aires y de la Argentina.





Mapa cervecero

Existe en la web, un mapa cervecero del país, en donde se puede consultar las direcciones de distintas cervecerías y sus productos.









Barrios cerveceros de Buenos Aires


Aunque estemos a más de 10.000 km de la cerveza del Viejo continente, aquí en el Nuevo, también encontramos algunos lugares donde podemos saborear unas ricas pintas de lúpulo. Les preparamos una lista con diez lugares para deleitar a los amantes de la Pale Ale, Stout, Pilsen o Lager (para descifrar lee aquí el vocabulario de la cerveza).


Palermo / Palermo Hollywood

Nola, Este barcito de barrio no tardó en ganarse sus propios clientes. Ambiente agradable, decoración minimalista y con onda, y toda una gama de cervezas artesanales una mejor que otra. El equipo de Nola se lleva nuestra medalla de oro de nuestra selección.

Del otro lado de la avenida Scalabrini Ortiz, en Palermo Soho, el Temple Bar abre sus puertas a su clientela cosmopolita para darle de beber hasta altas horas de la noche. Se destaca la Belfast Sampler que nos da a probar tres tipos distintos. El otro Temple Bar se encuentra en la zona del Centro.

En 2015 abrieron dos locales que nos encantan en la parte “hollywoodense” del barrio: On Tap y sus decenas de cervezas artesanales.

¿Qué mejor que una cerveza bien helada para acompañar un delicioso curry indio? Es la fórmula mágica de Bangalore, donde se encuentran los fanáticos del after office para luego seguir de parranda por Niceto Club.

En una casa del barrio de Colegiales, nos apareció una perla llamada Buena Birra Social Club, lugar de encuentros de los más grandes admiradores de cervezas artesanales.


Las Cañitas

El barrio chic de los noctámbulos no se queda atrás con Antares, un gran clásico de la cerveza artesanal argentina que atrae multitudes (consejito: lleguen temprano). También lo encontrarán en Palermo y San Telmo.

Al entrar en Van Koning van a sentir que están en una taberna de la Edad Media. Es el bar que resalta de la cuadra, el más llamativo de la calle Báez. Corren las cervezas holandesas, alemanas, anglosajonas… y ¡tailandesas!


Villa Crespo

Ya sea en la vereda o en el cálido salón de Shanghai Dragon, siempre hay gente visitándolos. El lugar propone un buen abanico de cervezas tiradas, desde la más rubia hasta la más negra, y para acompañar, algún sabroso plato chino.


Boedo

Cossab les propone dar una vuelta al mundo en 365 cervezas y de paso, la oportunidad de alejarse un rato de las tradicionales de siempre. A ustedes de ver hasta dónde llegan…


Centro

Buller Pub & Brewery es el lugar ideal si trabajan por la zona céntrica. A la salida del trabajo, los oficinistas de la city porteña se encuentran ahí para disfrutar del happy hour. Nos encantó la degustación de las seis cervezas de la casa. En Recoleta está la otra sucursal.

En un ambiente como de viejo café, Cervelar juega la carta de la atención personalizada y ofrece una selección de alrededor de cuarenta cervezas. También tiene sucursales en Belgrano y Caballito.



San Telmo

Si prefieren Londres o Dublín, entonces la cita será en Gibraltar. Verdadero bar inglés en el barrio bohemio de Buenos Aires, pariente del Bangalore y del Shanghai Dragon (que pertenecen al mismo dueño). Aquí la cerveza se acompaña muy bien con alguna especialidad tailandesa.


No se trata de un simple bar, sino de un verdadero templo dedicado a la cerveza: Bierlife propone más de cincuenta canillas de cervezas de todo el mundo ¡No vaya a ser que se queden con ganas de probar alguna!Y como broche de oro, elaboran platos con distintas cervezas.






Diferentes clases de cerveza


Una cerveza bien elegida, siempre va a ser buena para cualquier persona, ya que la cerveza tiene beneficios.
Existen varias clases de cerveza según su tipo de elaboración y los ingredientes agregados durante la misma.
 Si bien los ingredientes básicos de cualquier cerveza artesanal o "premium" son cuatro: Agua, Malta, Lúpulo, y Levadura.

Sabores ligeros
Heffeweizen o Blonde Ale; ambas mezclan sabores frutales y espaciados que derivan de levaduras.

Bebidas perfumadas
Amber Ale o una Indian Pale Ale; cervezas amargas con aromas hierbales, cítricos o frutas tropicales.

Caramelizadas
Vienna Larger o Brown Ale; aportan aromas y sabores de nueces, cafés y caramelos.

Sabores intensos
Prueba una Stout o una Porter; sus aromas característicos son el café y el cacao.








Beber cerveza, lo mejor después de realizar ejercicio físico



Y es que después de realizar ejercicio físico, lo mejor es disfrutar de una cerveza. Según un estudio realizado por la Facultad de Medicina de Granada y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en el que se tomaron los datos de un grupo de jóvenes a los que se ofreció agua o cerveza después de realizar ejercicios físicos en condiciones extremas, se llegó a la conclusión de que beber cerveza moderadamente permite una buena rehidratación y una pronta recuperación del metabolismo. 





Hay que desterrar la idea de que cerveza y deporte no son una buena combinación, ya que beber cerveza de forma moderada tras el ejercicio físico va a favorecer la recuperación de nuestro cuerpo tras el esfuerzo además de hidratarnos correctamente. Los nutricionistas y expertos indican que es muy recomendable incluir en la dieta de los deportistas la cerveza, afirmando que tras el ejercicio es la bebida más recomendable después del agua.



La verdad es que una cerveza fresquita sienta muy bien tras una jornada de entrenamiento o 
salida en bicicleta. Así que amigos ciclistas y cerveceros, bebamos con gusto (y moderación). 



El consumo moderado y sus beneficios 


De todos es sabido que el consumo de alcohol en altas dosis está totalmente desaconsejado debido a los problemas que se derivan a la salud. Pero también está demostrado que el consumo moderado de determinada cantidad de alcohol y particularmente algunas bebidas alcohólicas, como el vino, pueden suponer un beneficio para la salud y en especial sobre el sistema cardiovascular (alguno ya se está frotando las manos). Aunque quizás habría que preguntarse por qué consumir alcohol para conseguir beneficios cardiovasculares cuando la 
simple práctica del ciclismo de forma adecuada ya los aporta, entre muchos otros. Además, las supuestas bondades que puede aportar el alcohol es posible que estén reñidas con todas las situaciones deportivas (antes, durante y después de pedalear).

En fin, son muchas las situaciones en las que podemos vernos involucrados con el consumo de alcohol. Y tampoco vamos a diseccionar las costumbres de una sociedad que tiene demasiado extendida la idea de que divertimento o celebración festiva van de la mano con el consumo de alcohol. La idea de este artículo es valorar el beneficio o perjuicio que puede ocasionarte el consumo de alcohol de cara al rendimiento.





Preguntas comunes sobre el alcohol en relación al deporte y el entrenamiento

Pero, ¿qué cantidad es un consumo moderado? ¿Si salgo en bici puedo tomar más vasos al día? 

El sábado por la noche invito a cenar a mi pareja por mi cumpleaños, ¿Me perjudicará de cara al domingo si nos tomamos una botellita de vino? ¿Qué tal esa jarrita de cerveza después de entrenar? 

O esos homenajes en la última cena del club en la que alguno pierde la noción de la dosis moderada y termina bebiéndose hasta el agua de los floreros, ¿cómo le puede afectar en los días sucesivos?

A todos no afecta por igual el consumo de alcohol, ya que depende de muchos factores. Los principales son la cantidad de alcohol consumida, peso corporal (aunque va más relacionado con la cantidad de agua corporal), si se acompaña o no con alimentos y la capacidad para metabolizar el alcohol por parte del organismo.

Se considera consumo moderado diario a una o dos bebidas alcohólicas en hombres y una bebida alcohólica en mujeres. Se considera una bebida:

330 cc. de cerveza

150 cc. de vino

40 cc. de bebida destilada (ron, vodka, whisky, ginebra, etc.)


A partir de este consumo, si entrenas en bicicleta, todo lo que añadas puede convertirse en un perjuicio para la salud. 




Beneficios del alcohol

Reduce riesgo a sufrir enfermedades coronarias. Y los beneficios relacionados con el sistema inmunológico son debidos a sustancias que se encuentran en bebidas como el vino tinto y que contiene polifenoles procedentes de la uva y entre los que se encuentra el resveratrol (un potente antioxidante).



"La cerveza es una bebida isotónica natural", asegura el doctor Joan Ramón Barbany, profesor de fisiología del Instituto Nacional de Educación Física de Cataluña (INEFC). "El ejercicio físico provoca la oxidación de las células y la formación de radicales libres, que pueden dañar la fibra muscular y producir fatiga. La cerveza, gracias a su contenido en glucosa, lactosa, sales minerales, vitaminas, polifenoles y agua, además de rehidratarte, ejerce un potente efecto antioxidante", explica el experto. Pero ahí no acaban sus espumosas virtudes. "También aporta potasio y magnesio (dos de los minerales que más se pierden al hacer deporte), vitaminas del grupo B, fibra soluble y silicio biodisponible, vital para la salud buena de los huesos", añade el Dr. Jesús Román, presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Dietética.

Debido a su elevado contenido en gas, lo mejor es que no abrir la lata hasta que se haya finalizado el pedaleo.
"También puedes beberla entre ejercicio y ejercicio, para no deshidratarte", añade el Dr Barbany. Para disfrutar todo el aroma y sabor, no conviene beber directamente de la botella o lata. Los expertos recomiendan escanciarla en un vaso de cristal y dejar que se formen un par de dedos de espuma (ésta actuará como barrera y conservará todas sus propiedades hasta la última gota).

"El momento óptimo para beberla es después de realizar algún tipo de ejercicio anaeróbico (de máxima intensidad), como un esprint final, una subida empinada en bicicleta...". Asegura el Dr. Barbany.

De hecho, "aunque todavía se está investigando sobre ello, es posible que la cerveza provoque un efecto alcalino capaz de contrarrestar las molestias derivadas de la práctica de ejercicios de alta intensidad". Eso sí, todo en su justa medida. Aunque la cerveza sea beneficiosa para el cuerpo, no hay que sobrepasar la cantidad máxima recomendada: entre 330 ml (una lata) y 900 ml (un par de jarras) al día.




Efectos saludables y curativos de la cerveza

Pero la cerveza también puede ser un "medicamento" muy apetecible. Recientes estudios han demostrado que sus ingredientes (agua, malta, lúpulo y levadura) son un cóctel perfecto para gozar de una buen salud. "Los flavonoides y polifenoles que contiene son útiles para combatir y prevenir ciertos tipos de cáncer y algunas enfermedades degenerativas, como el Alzheimer, la arterioesclerosis o el Parkinson", aseguró el Dr. Norbert Frank, del Centro Alemán de Investigación del Cáncer de Heidelberg (Alemania), en el reciente IV Simposio sobre Cerveza y Salud celebrado en Bruselas. Además, "uno de los cereales que contiene, el lúpulo, tiene efectos sedantes, antibióticos y digestivos; sin olvidar que es una enorme fuente de antioxidantes, especialmente de xanthohumol, un nutriente más potente incluso que la vitamina E".


Una jarra o chopp al día mejora la salud del sistema cardiovascular. "El Etanol y los polifenoles reducen entre un 10 y un 30% las probabilidades de sufrir infarto de miocardio en hombres sanos, y entre un 30 y un 40% en el caso de quienes ya han sufrido algún problema del corazón", confirma el Dr. Ramón Estruch, responsable de Medicina Interna del Hospital Clínico de Barcelona. "Beber cerveza", añade, "reduce el colesterol y previene las lesiones arteriales, lo que disminuye el riesgo de sufrir trombosis. Además, es beneficioso para pacientes con diabetes mellitus del tipo 2".
Claro que, para ser completos en la información, hay que añadir que estas sustancias milagrosas no son propiedad exclusiva de la cerveza. También se encuentran en el té, en el vino y en algunos licores, como el brandy, el coñac o el whisky. Entre los destilados que debes desterrar de tu mueble-bar figuran el vodka y la ginebra.

Consejo de abuelas es: "Nada mejor para un catarro que un buen vaso de coñac". Con cerveza se consigue el mismo efecto.

"Hemos constatado que consumirla de forma continua ayuda al sistema inmunológico contra agentes patógenos externos, portadores de enfermedades infecciosas",comenta la Dra. Ascensión Marcos, profesora de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. "Además, también aumenta los niveles de leucocitos (glóbulos blancos) y linfocitos T (unas células que se encargan de destruir microorganismos invasores)", añade.
Así que adiós a las aspirinas y luz verde a la "birra".


Perjuicios del alcohol

Dificulta la recarga de glucógeno, en exceso favorece la deshidratación y perjudica la rehidratación, favorece la aparición de calambres, inhibe la asimilación de vitaminas directamente relacionadas con la práctica deportiva, favorece la ganancia de peso, favorece la pérdida de masa muscular, disminuye la potencia, la coordinación y tiene un efecto depresivo sobre el sistema nervioso. De hecho a partir de 0,2 gramos de alcohol por litro de sangre, ya provoca estos últimos efectos. Y no hace falta mucha cantidad de alcohol para superar esos 0’2 gramos de alcohol en sangre.

La estimación para alcanzar los 0’50 gramos de alcohol por litro en sangre (correspondería a 0’25 mg/l de aire espirado) sería:

Hombre de 70 a 90 Kg: 1’5 cerveza de tercio (cerca de medio litro), dos copas de vino
(200cc) y una copa de licor (unos 50cc).

Mujer de 50 a 70 Kg: 1 cerveza de tercio ya supera el límite, 150cc de vino y 45cc de licor.




La cerveza y el peso corporal

En realidad, el aporte calórico de esta bebida es mínimo: una jarra (200 ml) sólo contiene 90 calorías, exactamente las mismas que un vaso de zumo. "Consumirla moderadamente no afecta al peso ni al índice de masa corporal", comenta el Dr Barbany. Los culpables de esa acumulación de grasa son otros: una dieta deficiente, un estilo de vida sedentario... o quizás demasiadas aceitunas, o maní para acompañar la "jarrita".

Las cervezas sin alcohol tienen menos de un 0,05% de alcohol (las "normales" pueden alcanzar el 1%). Gracias a su bajo contenido en sodio, están especialmente indicadas para personas con problemas de hipertensión arterial. Y son especialmente recomendadas para los deportistas. ¿Sabías que nuestro país es líder europeo en consumo de cerveza sin alcohol?










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