La bicicleta y el humano
La maquina complementa al hombre y cada una de estas máquinas son distintas, y parecidas a la vez. Están hechas de lo mismo, materiales similares y funcionan con el mismo sistema, como nosotros, los humanos.
Pero cada una cuenta con su propias características y "personalidad" simbióticas con la del propietario y piloto.
Ella materializa el complemento y suplemento mecánico faltantes a nuestra naturaleza orgánica. Con simplicidad esta maquina avanza con nuestro propio impulso, y es una extensión de nuestro cuerpo.
La personalización
La manera de copiar el terreno, y sentirlo en nuestras piernas, brazos, y articulaciones, afirmándonos en los pedales, y asiendo el manubrio, son las sensaciones que se experimentan al montar la bici por la ciudad
Todo eso se disfruta porque la bici es adaptable, en la posición del asiento, la altura en la cual este se regula, para acomodar el largo de las piernas en los pedales al pedalear , en la distancia del asiento al manubrio. El angulo de "ataque" del manubrio, hacia atrás, o adelante, también se regula para adecuar la posición de nuestros brazos.
Esta personalización mecánica, es la que verdaderamente cuenta, mas allá de aquella en la cual el dueño dará belleza estética a su rodado. Existen en las redes sociales infinidad de tutoriales de mecanica de bicicletas para aprender a ejecutar esos ajustes, desde los mas sencillos hasta los mas complicados, de acuerdo al empeño y ganas de cada dueño de bicicleta, en aventurarse a las reparaciones y ajustes.
Incluso valiéndose de los elementos de seguridad básicos (faros, reflectivos, guardabarros y casco) el ciclista urbano puede configurar su vehículo de manera determinada para obtener los mejores resultados y efectos positivos derivados del buen uso de la "personalización" mecánica.
La bicicleta no se presta
Como dice el saber popular: "Mujer, caballo y guitarra... No se prestan". Y no sólo por pura mezquindad, también por sentido común y por comodidad.
En este caso nuestro fiel corcel es de acero, y como tiene la propia personalidad del dueño impresa en su fisonomía resultará incómodo a quien quiera montarlo.
La incomodidad sera por partida doble y en ambos sentidos. A un nuevo jinete le llevará tiempo adaptarse a las "mañas" del metálico corcel, y a éste le resultará extraña una nueva y distinta manera de pedalear. El rendimiento se verá afectado en medida proporcional a las diferencias que existan entre los distintos jinetes.Además de la personalización mecánica cada ciclista urbano, cada jinete tiene una forma de montar, de aplicar la fuerza en los pedales y de acomodar el peso del cuerpo sobre el asiento. cada uno de distintas maneras coloca los brazos al asir el manillar y cada mano se ve y se siente distinta al colocar los dedos sobre las palancas de freno y los "shifter" de los cambios. Por lo tanto cada bicicleta tiene un rendimiento óptimo que varía de acuerdo al uso que se le dé y a la forma de hacer el uso en sí mismo.
En este caso nuestro fiel corcel es de acero, y como tiene la propia personalidad del dueño impresa en su fisonomía resultará incómodo a quien quiera montarlo.
La incomodidad sera por partida doble y en ambos sentidos. A un nuevo jinete le llevará tiempo adaptarse a las "mañas" del metálico corcel, y a éste le resultará extraña una nueva y distinta manera de pedalear. El rendimiento se verá afectado en medida proporcional a las diferencias que existan entre los distintos jinetes.Además de la personalización mecánica cada ciclista urbano, cada jinete tiene una forma de montar, de aplicar la fuerza en los pedales y de acomodar el peso del cuerpo sobre el asiento. cada uno de distintas maneras coloca los brazos al asir el manillar y cada mano se ve y se siente distinta al colocar los dedos sobre las palancas de freno y los "shifter" de los cambios. Por lo tanto cada bicicleta tiene un rendimiento óptimo que varía de acuerdo al uso que se le dé y a la forma de hacer el uso en sí mismo.
El fracaso del sistema del sistema público de préstamos de bicicleta
Precisamente por lo anteriormente expuesto es que en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el Sistema Público de Bicicletas, está fracasando de manera estrepitosa, debido a que sumado al altísimo índice de vandalismo y robos que hay sobre las unidades se suma el alto índice de los desperfectos mecánicos, para los cuales la cantidad y calidad del personal de mantenimiento parece no dar abasto.
Los desperfectos mecánicos surgen en mayor medida por la personalidad de los distintos usuarios del sistema, en comparación con el desgaste en sí mismo y a las horas y distancia que rueda cada unidad por día.
La mejor prueba de ello es que un ciclista urbano con su propia bicicleta puede llegar a rodar muchísimos mas kilómetros que en una bicicleta pública, antes que experimentar cualquier inconveniente mecánico derivado del desgaste de una pieza. El uso constante pero parejo, amable y considerado, hacia la bicicleta, se verá recompensado por una mayor duración de sus componentes. Una vez mas se comprueba que noblemente, la bici devuelve a su dueño el buen uso que éste le dé.
Es decir que causa mayor "daño" y desgaste a la unidad el tener varios usuarios (cada uno con su manera particular de usar la unidad) que el rodar permanentemente.
Debe ser tenido en cuenta también que quienes usan el sistema público, suelen estar con prisas y otros factores personales; y la propia idiosincrasia porteña hacen que el uso dado a la unidad no sea el mas "cariñoso" ni sea dado pensando en las demás personas que usarán esa misma unidad.
Derivado de esta premisa, es común el observar que varios de estos usuarios del sistema público, hacen sus propios ajustes cuando cuentan con las herramientas o cuando la unidad dispone de palancas de cierre y ajuste de asientos y manubrios.
Los desperfectos mecánicos surgen en mayor medida por la personalidad de los distintos usuarios del sistema, en comparación con el desgaste en sí mismo y a las horas y distancia que rueda cada unidad por día.
La mejor prueba de ello es que un ciclista urbano con su propia bicicleta puede llegar a rodar muchísimos mas kilómetros que en una bicicleta pública, antes que experimentar cualquier inconveniente mecánico derivado del desgaste de una pieza. El uso constante pero parejo, amable y considerado, hacia la bicicleta, se verá recompensado por una mayor duración de sus componentes. Una vez mas se comprueba que noblemente, la bici devuelve a su dueño el buen uso que éste le dé.
Es decir que causa mayor "daño" y desgaste a la unidad el tener varios usuarios (cada uno con su manera particular de usar la unidad) que el rodar permanentemente.
Debe ser tenido en cuenta también que quienes usan el sistema público, suelen estar con prisas y otros factores personales; y la propia idiosincrasia porteña hacen que el uso dado a la unidad no sea el mas "cariñoso" ni sea dado pensando en las demás personas que usarán esa misma unidad.
Derivado de esta premisa, es común el observar que varios de estos usuarios del sistema público, hacen sus propios ajustes cuando cuentan con las herramientas o cuando la unidad dispone de palancas de cierre y ajuste de asientos y manubrios.
Maquina de libertad
La libertad de depender solo de nuestra energía y voluntad, sin tener que esperar, demorados como lo hacen maquinas mas voluminosas...
La incomparable sensación de recorrer cientos y hasta miles de kilómetros por nosotros mismos, sin depender del transito, combustible, o caprichos técnicos de maquinas mas complicadas, que ademas contaminan...
El viento, compañero de ruta que susurra en nuestros oídos, siguiendo o respondiendo a nuestros pensamientos... La bicicleta regala inspiración y poesía en movimiento
Permite a su jinete el ser creador permanente de su camino...Lo acerca a la Divinidad, imaginando, siguiendo y creando su rumbo y camino, jugando al rodar los mismos juegos que de niños... La bicicleta es un objeto inanimado, pero para nosotros no es asi, pues al montarla, ella esta tan viva como nosotros. Ella nos regala cada dia algo nuevo, esta en nosotros encontrar y valorar ese regalo, como la perla de cada dia...
Parafraseando la cancion, bici que rueda, nunca se oxida...
Buenos Aires: la historia en bicicleta. - Ciclismo Urbano por Ramiro Juárez se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.
Basada en una obra en https://bibliotecariosdehoy.wordpress.com/.
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